miércoles, 24 de abril de 2013

Cambiando planes... Railay y Koh Phi Phi

Pues bien, poco antes de ponernos de camino a Khao Lak (puerto para llegar a las isla Similan) recibimos respuesta de una de las escuelas de buceo a la que previamente habíamos contactado para pedir presupuesto sobre unos buceos.

Como os podéis imaginar estos ya no son precios de Koh Tao, aunque seguramente el sitio valga la pena, tres buceos en un día salían alrededor de $180.

En el bus de camino a Khao Lak, Mario le estuvo dando vueltas, y a pesar de la ilusión que le hacia hacer submarinismo en las islas Similan y poder ver a un tiburón ballena o a una manta gigante, después de hablarlo decidimos dejarlo para otro viaje, no íbamos a encontrar otra escuela con mejores precios. Además había que sumar el factor tiempo… estaba lloviznando y tenia pinta de ir a peor.





Llegamos a Kaoh Lak y allí nos dejó el bus, entonces se nos planteo la siguiente pregunta: "¿y ahora que hacemos?" Porque el pueblo de Kaoh Lak no tiene mucha cosa, la verdad que es un pueblo raro al llegar alli nos encontramos que no solo es un sitio con sitios de buceo hacia las similan, si no que al parecer tambien es un punto de salida de muchos tours organizados pero con un aspecto todo junto muy raro... por lo tanto salir de alli lo antes posible.

Eran las 4 de la tarde y el punto más cercano de allí era Phuket.


Railay


Después de comer algo y perder la guía de Tailandia cogimos otro autobús local de 2 horas hacia Phuket, esta vez pagaríamos 100 baths por persona, y al día siguiente a primera hora buscaríamos otro autobús para ir a Krabi, habíamos decidido ir hacia Railay Beach, y para llegar se había de pasar por Krabi y de allá un taxi compartido hasta a Ao Nang, un pueblo costero dónde salen las barcas hacia Railay… Vaya lío ¿verdad?

Esto hubiera sido mucho mas sencillo si antes de salir de Koh Tao nos hubiéramos decidido por comprar el billete combinado de ferri+bus hasta Krabi, por 1000 baths cada uno…. Pero ya se sabe que cambios de ultimo momento siempre pueden salir.

Cuando llegamos a Phuket town (no llegamos a la parte de las playas y resorts) nos pusimos enseguida a buscar un hotel, y encontramos el Montree hotel por 700 baths, la verdad es que estaba bastante bien, habitaciones limpias, grandes, tv, nevera, agua caliente…




El bus de Phuket hasta Krabi fueron alrededor de 3 horas (160 baths por persona) y el taxi compartido hasta Ao Nang por 40 baths, 20 minutos y una vez en Krabi cogimos un bote hacia Railay (120 baths por persona).

El bote antes de llegar a Railay primero paraba en la playa de Ton Say, con las chicas que compartimos bote nos dijeron que el alojamiento en esa playa era mas barato que en Railay, dónde es carísimo… total que pensamos en pasar una noche allí para visitar la zona y al día siguiente ir a Railay.




Nos costó encontrar alojamiento que estuviera bien, pero finalmente nos quedamos en el View Montain Resort por 700 baths la noche. Un bungalow adosado sencillo pero limpio.

Tal vez fuera por las lluvias de los últimos días o porque se acercaba la temporada baja pero encontramos la zona de Ton Sai bastante descuidada y solitaria con algunos de los pocos locales cerrados. Eso si en los primeros 10 minutos de estar allí nos dimos cuenta que allí era el paraíso para los escaladores, de hecho la playa estaba llena de ellos.
A la mañana siguiente decidimos mudarnos a la playa de Railay, cogimos otro bote que en 2 minutos se planto en Railay por 50 baths por persona.




La playa de Railay se encuentra repleta de resorts de lujos (Railay west beach) , que obviamente no se adaptan a nuestra economía, pero si se cruza la isla, a la izquierda, al final de todo hay alojamiento más económico, nos alojamos en otro View Mountain Resort también por 700 baths ($24), un bungalow de piedra con tv y ventilador, pero esta vez con piscina aunque no la usamos.




Ese día en Railay nos cundió bastante, después de estar casi 3 horas buscando alojamiento y comer, fuimos directos a la playa principal y alquilamos un Kayak (300 baths 2 horas).






El mar no estaba precisamente calmado pero suficiente para hacer un poco de ejercicio y acercarnos a esas enormes rocas que no se sabe porque se encuentran en medio del mar, esas rocas que te hacen sentir que estas en un lugar muy especial.

Llegamos hasta la playa de “Cove beach”, con cuidado de no atropellar a nadie conseguimos dejar los kayaks en la arena y darnos un bañito. La playa estaba abarrotada de barcos y turistas, sobre todo de turismo asiático, aun estábamos en vacaciones del año nuevo tailandés.




Esa playa tal y como dice su nombre se caracteriza porque tiene una pequeña cueva en el interior de la montaña que hay al final.

Después de descansar un rato y ver que el mar se ponía mas bravo nos fuimos otra vez a la playa principal para dejar definitivamente los kayaks.

Se hacia tarde y vimos Railay ya no nos podía ofrecer mucho más, así que decidimos partir ha Koh Phi Phi al siguiente día, volvimos al hotel para comprar los billetes de el ferri (400 baths cada uno, luego descubrimos que se podía conseguir por 350 baths), del día siguiente a 3 horas des de allí. 



Volvimos a la playa de West beach y des de allí pudimos disfrutar de una preciosa puesta de sol. La opinión final sobre railay la verdad que no nos gusto, quiza era por la epoca o por  lo que fuera pero no es un sitio al que lo dedicariamos mas que una visita de un dia... aunque hay gente que nos habia dicho que era un sitio donde quedarse dias y dias, no para nosotros... 





Bien pronto, a las 8 de la mañana estábamos esperando en Railay east para coger un bote que nos acercaría al ferri, ya que este a causa de la profundidad no se puede acercar a la playa. La cosa se retraso unos 30 minutos, pero sin problemas.

Koh Phi Phi





Previamente habíamos leído que Koh Phi Phi era una isla de fiesta y alojamiento caro, pero también de playas preciosas, como nunca se sabe si lo que te dicen se acerca demasiado a la realidad fuimos a comprobarlo nosotros mismos... Ya os avanzo que si que era cierto, pero como en todas las islas fiesteras también tiene su zona tranquila y la encontramos.



Nuestra primera prioridad para el alojamiento era que estuviera en una zona tranquila…




Para empezar nos dirigimos al este del pueblo, cerca de las escaleras que llevan al view point, y allí encontramos el View Garden Resort, conseguimos una habitación casi nueva y muy bonita por 750 baths la noche (un precio difícil de encontrar en Phi Phi), Empezamos a sospechar un poco y malpensar del sitio… y a los 5 minutos descubrimos el porque. ¡¡Un chinche flacucho estaba recorriendo la mosquitera!!

Avisamos a recepción y nos cambiaron de habitación.. pero allí encontramos otro par de chinches famélico.. ese fue el punto de pedir que nos devolvieran el dinero, y así fue.

Nuestra prioridad ahora estaba en no encontrar chinches. Nos fuimos hacia la playa principal, y al oeste, casi al final de todo estaba el Sand Sea View Resort. Son bungalows de tocho adosados con ventilador y tv, bastante amplios y limpios (nos encargamos de hacer una buena inspección) en una zona muy tranquila y con la playa delante. Conseguimos negociar un poco el precio, y por dos noches pasamos de 1900 a 1700 baths ($58).



Con el tema del alojamiento perdimos la mañana, pero nos quedo tiempo para pasearnos por el pueblo.

Koh Phi Phi recibió de pleno el Tsunami de hace casi 10 años, por ambos lados, pero el único signo visible de lo que ocurrió son los centenares de señales de puntos de evacuación de Tsunami, cada 3 pasos hay uno.

Otra cosa que vimos muy a menudo a partir del mediodía son los cubos de alcohol.. para todos aquellos que tengan ganas de fiesta, no están mal de precio, pero no nos animamos a probarlos!



A lo que si nos animamos fue a contratar un par de inmersiones para el día siguiente, teníamos que estrenar nuestros nuevos títulos!

Fuimos al centro Hippo Divers, y pagamos 2500 baths por 2 inmersiones cada uno con comida incluida.

Al día siguiente bien temprano como los últimos días empezamos el buceo. 



Nuestra instructora fue Yas, una japonesa que hacia más de 12 años que vivía en Koh Phi Phi muy simpática, supo encontrar muchos crustáceos y morenas muy curiosas.





Entre inmersión y inmersión paramos a comer en Maya Beach, la famosa playa que aparece en la película “The beach”. Habíamos pensado contratar un tour para visitarla, pero como ya pasábamos por allí con el barco de buceo lo descartamos. 

Maya Beach

También estaba llena de gente, casi no cabía ni un alfiler… En los folletos que hay en Koh Phi Phi para vender el tour aparece la foto de Leonardo DiCaprio, ¿Creerán que manadas de gente que van a la playa pensarán que DiCaprio sigue allí? El barco de la foto, que en realidad son dos por que hay uno justo detras igualito, es el tipico barco lleno de chinos, quiza 200 por cada barco, les llevan allí y se bañan por turnos con el chaleco salvavidas durante unos momentos.


Como terminamos pronto las inmersiones nos fuimos caminando hasta la playa de Rantee, creíamos que seria un paseo, subir las decenas de escaleras que hay des de el pueblo y descender.. pero no fue así, caminamos alrededor de una hora y cuarto por el bosque con chancletas y nos devoraron los mosquitos. Pero pudimos disfrutar de unas bonitas vistas des de lo alto de la montaña.




Al llegar a la playa y darnos un chapuzón, nos avisaron que el ultimo taxi (bote) hacia el puerto salía en 30 min, a las 5, por si no queríamos volver andando mientras anochecía. La verdad es que no queríamos… pero los tipos se aprovecharon y cobraron por cada pasajero 200 baths… muy abusivo. A regañadientes accedimos.

¿Se acaba Tailandia?


Cuando llegamos a la playa de delante de nuestro hotel empezamos a pensar en nuestro próximo destino y decidimos que al día siguiente iríamos a Koh Lipe. Nos fuimos a mirar agencias para contratar otro ferri, pero había un problema, des de hacia un par de semanas que no había ferri directo para llegar allí porque ya era temporada baja. Nos pusimos a investigar que quería decir eso, si todo iba a estar cerrado, si hacia mal tiempo… se podía llegar pero de forma bastante más complicada y cara, pero empezamos a valorar si merecía la pena el esfuerzo. 


Nos quedaban 7 días para coger el siguiente vuelo en Kuala Lumpur hacia Japón, y queríamos pasar esos últimos días en el sudeste asiático en un lugar realmente especial… 

Eso le hizo pensar a Mario en las islas Perhentian en Malasia, unas islas a las que fuimos en nuestra primera parada en esta media vuelta al mundo hace mas de un año y medio, unas islas que nos parecieron de ensueño, paradisiacas.

Tras convencerme nos pusimos a investigar como llegar allí. En todas las agencias de viaje tienen 2 lugares accesibles en Malasia, el primero Kuala Lumpur y el siguiente Pulau Penang. Nos decantamos por Penang y des de allí ya saldríamos hacia la otra costa del país. Pagamos 1000 baths por persona, un viaje de 12 horas en total, 3 de ferri y 9 en una minivan…. 






Pero ya os diremos si mereció la pena, y si nuestro temor de tener las islas mitificadas y que no fuera para tanto era cierto…


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